Los principios del maridaje
Un buen vino, al igual que una clave perfecta en una partitura, puede elevar una comida preparada de alto standing a nuevas alturas de delicia. No se trata solo de seleccionar un vino caro o prestigioso, sino de entender y respetar la interacción de sabores y texturas en la comida y el vino, para crear una alquimia que trascienda la suma de sus partes. Hagamos un recorrido por las ideas más tradicionales sobre maridajes, y luego exploremos formas en las que podemos jugar y experimentar para encontrar los pares más felices.
A veces, se nos olvida que el vino es agrícola, un producto de la tierra como la carne, los mariscos, las frutas y las verduras que se encuentran en nuestras comidas. Como todos estos, el vino es estacional. Si observamos los rituales tradicionales de las comidas francesas e italianas, por ejemplo, observaremos esta idea de que lo que crece unido, marcha unido. Esto tiene sentido tanto en el nivel más simple y directo -un plato a base de cerezas se beneficiará de un vino que tiene sabores y aromas de cerezas- como en el más amplio, donde ciertos vinos y alimentos comparten la misma estación.
No obstante, la forja de la pareja perfecta entre comida y vino no es una ciencia exacta. La forma en que el vino y la comida interactúan puede ser sutil y personal. Cada uno de nosotros tiene un paladar único, con nuestras propias sensibilidades y preferencias, y lo que para uno puede ser el maridaje perfecto, para otro puede no serlo.
Entonces, ¿cómo seleccionamos el vino perfecto para complementar una comida preparada premium? Aquí hay algunos principios para guiarte en el proceso.
El primer paso es considerar la comida que vas a disfrutar. Piensa en los sabores dominantes y las características de la comida. ¿Es un plato robusto y contundente o ligero y delicado? ¿Es dulce, salado, amargo, ácido o umami? Una vez que tienes una idea clara del perfil de sabor de la comida, puedes comenzar a considerar qué tipos de vino podrían complementarla.
El siguiente paso es pensar en el cuerpo del vino, que se refiere a su peso o densidad en la boca. En general, quieres que el cuerpo del vino sea igual al de la comida. Por ejemplo, un filete de cordero a la parrilla con salsa de vino tinto se beneficiaría de un vino tinto de cuerpo completo, mientras que un caldo de mariscos delicados se complementará mejor con un vino blanco más ligero.
El equilibrio también es crucial en el maridaje de vinos. El vino y la comida deben equilibrarse entre sí, para que ninguno domine al otro. Por ejemplo, una comida muy especiada o intensa puede abrumar a un vino delicado, ¡pero un vino intenso podría hacer lo mismo con un plato sutil!
La acidez es otra consideración importante. Los vinos con alta acidez pueden cortar la riqueza de los alimentos grasos y equilibrar los sabores dulces. En general, quieres que el vino sea más ácido que la comida. Si no es así, el vino puede parecer plano.
El dulzor es otra variable a considerar. Dicho de manera sencilla, los platos que tienen un componente dulce se llevan bien con los vinos que tienen al menos la misma cantidad de dulzor. Si el vino es menos dulce que la comida, puede perder su fruta y parecer más ácido y/o amargo.
Asimismo, es importante considerar la presencia de taninos en el vino, especialmente cuando se marida con alimentos ricos en proteínas. Los taninos pueden reaccionar con las proteínas y suavizarse, lo que puede ser especialmente útil con vinos tintos muy tánicos.
Una vez que hayas tenido en cuenta todos estos factores, te darás cuenta de que seleccionar el vino perfecto para complementar una comida preparada premium no tiene por qué ser un proceso complejo o intimidante. En su esencia, se trata simplemente de encontrar un equilibrio y una armonía entre los elementos de la comida y del vino, que te permita disfrutar tanto de la comida como del vino de la mejor manera posible.
Seleccionar un vino es en gran medida una cuestión de gusto personal. No tengas miedo de experimentar y encontrar los maridajes de vino y comida que funcionan para ti. Recuerda, la mejor botella de vino es la que más te gusta. ¡Salud!
