TIEMPOS DE CARNAVAL

El invierno invita a pasar más tiempo en casa. Aunque los días van alargando, el frío nos hace más perezosos a la hora de arreglarnos para salir, las reuniones de familia y amigos suelen ir acompañadas de “¿en tu casa o en la mía?” Tiempo para reflexionar en los objetivos marcados y también tiempo de mirar atrás, de enlazar el futuro y el presente con el pasado.

Repaso fotos de la infancia, fotos de la Kodak con esos posados tan rígidos, sin pestañear, sin sonreír, intentando adivinar en los ojos las emociones que se vivían en ese momento.

Los abuelos, con una vida tan diferente a los abuelos actuales, con 50 años hoy aparentarían 70. En mucho hemos ganado con el estilo de vida actual, pero también es cierto que tenemos problemas más graves y difíciles de resolver como la contaminación, el acelerado deterioro de la vida natural que me da que pensar si el precio a pagar es demasiado alto.

Los remedios de la abuela, para todo había una infusión que te mejora el empacho, que aliviaba el catarro. Remedios para entrar en calor, para abrir el apetito, para ganar energía cuando estaba convaleciente del sarampión o de la gripe.

Con el paso de los años, repaso sus recetas pruebo a desarrollarlas y por bien que salga, no está tan perfecta como lo hacía ella. Será porque a través de su cocina me hablaba de su vida, y de cuánto nos quería.

Cada día en el trabajo intentamos transmitiros ese amor a través de esas recetas tan conocidas en nuestra tierra y con el gran reto de no perder toda esa sabiduría de nuestros mayores y, sobre todo, el amor que hacía que todo curase rápido y bien, porque al fin hoy soy yo esa herencia que ella dejó al Mundo.

 

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