¿Te suena de algo esta palabra? ¿Es una idea, un concepto? ¿Es real?
Pues eso parece. Estar relajado, sentirse libre, sano, satisfecho… A este estado de bienestar, lo más próximo a la felicidad, los daneses le han puesto nombre ¡HYGGE!
En un país donde no es muy habitual ver un espléndido solo brillar, donde la temperatura no suele invitar a salir por las noches ni dar largos paseos, sus ciudadanos buscan el hygge, ese estado interior que nos habla de lo mejor de nosotros mismos, de esas propiedades que no se pueden tasar ni poner precio. ¡Nos apuntamos!
Disfrutar de nuestros padres, de nuestra pareja, de nuestros hijos, de nuestros amigos, de esas mascotas que nos dan tanto y nos piden tan poco …
Momentos que añoramos y quedan grabados en el ser interior. Sentirnos bien, sanos, en armonía con la naturaleza.
¿Cómo se puede alcanzar? Cada uno de nosotros seguro tiene su propia fórmula, unos realizando sueños que un día pensó, otros compartiendo risas con las personas de su entorno, tratando de no dejar escapar el tiempo sin hacer que cada momento tenga algo especial, diferente, algo que lo haga único y dejarlo grabado para poder refugiarnos en esa sensación cuando las cosas no vayan tan bien como quisiéramos. La felicidad tiene muchas formas, todos los colores y millones de emociones que nos hacen sentirla.
Tenemos sol, estamos rodeados de belleza, un tiempo extraordinario, tenemos humor y buen corazón. ¡Tenemos hygge!
¡Feliz verano!
